lunes, 26 de marzo de 2012

CUANDO MIS PALABRAS MUEREN...


Cuando mis palabras mueren, quedan solas,
es el verbo de mi alma que termina;
son los latidos que mueren como olas
incrustadas en las rocas, que la exterminan.

Mi cerebro queda como una lapida, fría y triste,
ya por mis venas no corren sangre ni tinta.
Ya no ríe la ortografía, perdió el chiste,
ya mis manos en la caligrafía no pinta.

Las voces que ya pierden sentido, muerta mis palabras
los sueños que tuve, se vuelven solo humo,
pues mi mundo solo se llena de trabas,
y que soy un ignorante cualquiera asumo.

Mis palabras que fueron mi grandioso catecismo,
el arte puro que me llevaba al máximo éxtasis.
Perdió ya su presencia, como el romanticismo,
y mis pobres ojos solo oyen la mala y tonta síntesis.

Cuando mis palabras mueren, quedo sin vida.
Pierde sentido la misma, y carece de motivos,
es mi verbo, mi adjetivo el que me da sentido.
Para no andar como un alma triste ni herida,
Pues son las llaves de mi alma, pensamiento y voz.
Cuando mis palabras mueren, todo mi mundo acaba enseguida.

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