martes, 21 de febrero de 2012

LA ABSURDA DERROTA


Cabe en el cuerpo, la maldita derrota
ya de niños, jóvenes y adultos también.
Es sentir ese vuelco interno, la gloria rota,
estancar anhelos, disparar en la sien.

No di todo, lo sé, sin embargo duele.
Un traspié, una caída, no se levantarme
y que queda ahora, sin frio que me hiele.
No hay nada, ni para intentar flagelarme.

Una sonrisa fingida, intentos absurdos por salir;
palabras de aliento, no pierdas el tiempo.
Mi derrota es eterna, ¿ya por que combatir?
Solo queda escapar, huir de la batalla y del campo.

¡Ánimos! ¡Tu puedes!, no digan tonterías,
no di lo suficiente, y nuca lo podre dar.
El mundo es para valientes, osados. No porquerías.
He perdido lo perdido, y he perdido sin lidiar.

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