miércoles, 12 de junio de 2013

El loco.


Todos saben que en otro lugar, mientras uno duerme otra anda despierto y puede que ese otro sea la persona correcta, dicen también algunos estudios que cada persona en el mundo tiene a unas 1200 media naranja. Puede que sea cierto, que quizá como no nos cruzamos con ellos no sepamos que en realidad es nuestra media naranja. Pero en esto vengo yo a refutarlos.
Como es posible que haya conexiones entre dos personas, que con solo una mirada, un cruce de palabras se sienta una paz interior. Por eso refuto a los estudios realizados. Pueda que mañana más tarde presenten un documento que contradiga todo lo que escribo, pero en el fondo esto es cierto.
“Entonces el despertó, en la mano tenía unas cuantas hojas producto de una noche de desvelo. Eran alrededor de la 1 AM y él tenía unas ojeras en las hojas podía ver unos cuantos poemas:
Quiero primaveras más largas,
quiero más canciones de amor,
quiero más gotas de lluvia por las noches,
más poemas soñadores,
quiero más de ti,
más de nosotros,
más del mundo,
Quiero aferrarme a tu esencia, 
quiero ser tu pensamiento matutino,
y tu obsesión nocturna,
tu suspiro constante,
y tu desvelo continuo...
Quiero ser la brisa de verano que salpique tu cara,
la melodía de tu risa,
y la inspiración de tus versos...

¿Te acuerdas aún de mí?
Tú me conociste hace mucho tiempo...
Yo era aquel niño triste a quien no querías,
y por quien después, poco a poco,
te fuiste interesando
(por la angustia, y la tristeza, y alguna cosa más,)
y a quien acabaste queriendo,
casi sin saberlo;
¿te acuerdas?
El Niño triste que jugaba en la playa
solitario, lejos de los demás, tranquilamente,
y de vez en cuando les echaba una mirada triste pero sin pena...

Veo que me miras disimuladamente de vez en cuando...
¿Te acuerdas? ¿Quieres ver si te acuerdas? Ya lo sé...
¿Sin saberlo sientes aún en mi rostro tranquilo y triste
al niño triste que jugaba siempre lejos de los demás
y de vez en cuando les miraba tristemente, pero sin pena?
Sé que miras, y que no comprendes cuál la tristeza
que me muestra triste...

Hay tantas que le es imposible leerlos todos, pero el chico echado en la cama, tiene un grave problema. Los médicos dicen que él está loco y que lo van a internar en unas horas en el manicomio de la ciudad. Él no dice nada para defenderse, le importa un pito lo que digan. Él solo quiere estar escribiendo. Sin embargo el loco tiene varios escritos, varios poemas… El loco no es loco, solo es un incomprendido de la sociedad.” 

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