Lo que más detesto de ti son las palabras cargadas de
emociones/ esos verbos que sacuden y a
quienes escribías ahora maldice/ lo que más detesto de ti es las horas que
dedicas a querer, conformándote solo con segundos o a una desconfianza/ lo que
más detesto de ti es esa estúpida sonrisa a medias y fingida que muestras al
salir a la calle/ y la sonrisa que brota cuando tu mirada se refleja en sus
ojos/ lo que más detesto de ti son esas múltiples facetas que sueles mostrar al
andar a solas/ y esa personalidad que me hace odiarte cuando escuchas su voz,
porque sé que te emocionas/ lo que más detesto de ti es la voz chillona y grave
que sale de tu boca, esa voz que generalmente lastima/ y esa voz suave y
calmada que tienes cuando está a tu lado/ detesto también ese andar presuroso y
calmado, ignorando lo que pase a tu alrededor cuando a solas vas/ y tu andar
alegre y grabando cada detalle del camino cuando a su lado por breves minutos
vas/ detesto tantas cosas de ti, detesto todo de ti pues a su lado dejas de ser
nada para ser todo/ detesto tus manos que se dedican a escribir cosas que calan
corazones, que alimentan ilusiones/ esas manos que solo le escriben cosas
sinceras y letras de amor/ detesto tu pensar egocéntrico y medio autista cuando
estas lejos de esa persona/ y tu cambio a ser un ser social capaz de sonreír y
querer vivir cuando cerca de esa persona estas/
pero sobre todo lo que odio de ti, lo que me encabrona al punto de
querer escupirte a la cara, de insultarte/ lo que me jode tanto hasta el punto
de explotar de irá y dañar tu estúpida vida/ es que siempre hablo de mí en segunda
persona, en este caso al hablar de ti, solo estoy hablando de mí.
Blog de cuentos, poemas, narraciones y otras pegadas. Algunos textos son de otros autores.
jueves, 18 de abril de 2013
EL Y ELLA.
El sin ser genio, se encerraba en una botella
salía de ella solo al frotarse y votando humo de cigarro.
Ella doncella primera, mujer de negra cabellera,
que usa tacones de porcelana y perfume de mirra.
Él solía dormir en los vagones del olvido,
cantando una extraña melodía a colores grises.
Ella amante de los sueños, amor carmesí de un miope.
Él sagaz cuando de desamores había que hablar,
experto en desaparecer cuando sentía dolor y llorar ríos.
Ella dormía en brazos de otro que no era él,
desangrando sabanas con al que llamo tú.
El cruzaba miradas con ella que atada a otro venía,
mientras tanto el sol iba cayendo
y veía a la pareja frente al mar y la aurora morir.
Ella la mujer de sus sueños, realidad de otro.
El buscando su amor, sin poder dar nada.
Ella mientras tanto lloraba por su mundo genial,
él alegre con el mundo que giraba en torno a ella.
Él y ella, dos historias unidas por distintos libros
con dos finales revueltos y un prólogo fantasioso.
Dos que buscan la unidad, una en sabanas ajenas
el otro en salidas a solas jugando a ser amado.
Ambos con sentir similar, pero con actuar reacio.
Da igual si es él sin ella, o ella y él.
Pues saben bien que la unión de sus páginas no se dará,
él y ella dos locos que duermen a orillas del mar,
uno con frío la otra abrigada en brazos de al que llamo tú.
salía de ella solo al frotarse y votando humo de cigarro.
Ella doncella primera, mujer de negra cabellera,
que usa tacones de porcelana y perfume de mirra.
Él solía dormir en los vagones del olvido,
cantando una extraña melodía a colores grises.
Ella amante de los sueños, amor carmesí de un miope.
Él sagaz cuando de desamores había que hablar,
experto en desaparecer cuando sentía dolor y llorar ríos.
Ella dormía en brazos de otro que no era él,
desangrando sabanas con al que llamo tú.
El cruzaba miradas con ella que atada a otro venía,
mientras tanto el sol iba cayendo
y veía a la pareja frente al mar y la aurora morir.
Ella la mujer de sus sueños, realidad de otro.
El buscando su amor, sin poder dar nada.
Ella mientras tanto lloraba por su mundo genial,
él alegre con el mundo que giraba en torno a ella.
Él y ella, dos historias unidas por distintos libros
con dos finales revueltos y un prólogo fantasioso.
Dos que buscan la unidad, una en sabanas ajenas
el otro en salidas a solas jugando a ser amado.
Ambos con sentir similar, pero con actuar reacio.
Da igual si es él sin ella, o ella y él.
Pues saben bien que la unión de sus páginas no se dará,
él y ella dos locos que duermen a orillas del mar,
uno con frío la otra abrigada en brazos de al que llamo tú.
martes, 16 de abril de 2013
Desahogo.
La mejor manera de sacar penas, bueno en mi caso, es apartándome de todos y de todo ¿pero por qué pena? Ahora el mundo antiguo, esas ruinas de antaño vuelven a salir conteniendo los mismos cadáveres, esa apestosa fragancia que intoxica mis pulmones, esos muertos ahora vienen por mi, puedo oír sus quejidos y sus insultos.
¡¿descarado? ¿embaucador? ¿mentiroso?! Ahora soy todo eso, ahora soy eso y más. Esos muertos escupen en mi cara y me vuelven a repetir lo yo ya sabía: "Soledad es a quien tú perteneces solo sirves para crear historias, solo en tu mente estará la felicidad, no intentes buscarla en la realidad, ya debías de haberlo comprendido"
Cierro los ojos y la soledad, dama vestida de luto, se acerca con un cáliz en mano, me levanta la cabeza y puedo observar, aunque ya no exista luz alguna a mi alrededor, mis ojos de búho son ahora. Observo sus labios gangrenados, ella me besa y me entrega el cáliz, alzó la copa dorada que contiene un líquido carmesí, se que es el veneno para de una vez perder la poca vida que había renacido en mi, sirve para aniquilar los sueños que eran pocos, esos sueños ocupaban todas mis esperanzas, pues en esos sueños estas tú, pero ahora te vas. Despreocúpate la culpa es mía, siempre es mía. Tonto soy, un ser pusilánime.
Ahora la soledad y esos muertos salidos de mis ruinas velaran mi cuerpo, las gaviotas que volaban al verme sonreír ¿vendrán a llorar? sonaran las canciones que me hacen evocarte, yo aunque me este quedando sordo las seguiré escuchando. Mientras con velas y sahumerios en mano los muertos entonarán mis últimas palabras: "DESCUIDA, LA CULPA SIEMPRE ES MÍA"
Siento el olor a madera y barniz, estoy ya sumergido en este cajón, no me pudo mover y no hay más que oscuridad, nadie llora, nadie lo hará, pues ahora ante sus ojos descarado, embaucador y mentiroso soy...
Ahora los pesares me irán ir de bar en peor, y en copas infectadas de veneno te estaré recordando, tú acuérdate de mi.
ME ESTOY VOLVIENDO VIEJO
En el espejo me veo, he cambiado.
Los años por mí sí que han pasado.
No soy más aquel mozo joven peinado,
nada tengo de antes, la juventud de ha marchado.
Los años por mí sí que han pasado.
No soy más aquel mozo joven peinado,
nada tengo de antes, la juventud de ha marchado.
Solo arrugas cubren mi rostro
y piel marchita que la acompañan
cada día pierdo las fuerzas; y me postro.
Ante los crueles años que pasan, no se engañan.
y piel marchita que la acompañan
cada día pierdo las fuerzas; y me postro.
Ante los crueles años que pasan, no se engañan.
Y mis ojos, su brillo van perdiendo;
mi frente se pronuncia más, y las canas.
Transforman mi apariencia, otras se van cayendo.
Las veo en el suelo, cerca y lejanas.
mi frente se pronuncia más, y las canas.
Transforman mi apariencia, otras se van cayendo.
Las veo en el suelo, cerca y lejanas.
De lo que veo en mi espejo, me quejo.
Los años bellos se fueron; y entro la decadencia,
pero que puedo hacer, me estoy volviendo viejo.
Ya me sentare a tan solo esperar mi sentencia.
Se desplomo ante la mirada funesta de transeúntes;Los años bellos se fueron; y entro la decadencia,
pero que puedo hacer, me estoy volviendo viejo.
Ya me sentare a tan solo esperar mi sentencia.
quienes murmuran en voz baja, dañándole en su mísero ser.
Nadie se atreve a socorrerlo, dicen a sus hijos no lo apuntes,
y se alejan aprisa del lugar, aunque pueda fallecer.
Sumido en sueños, imágenes borrosas pero felices pasan.
Por su mente saturada de sus alucinaciones,
se ve en ellas la sonrisa de una dama, su amada.
Lágrimas caen de sus ojos cerrados; caen sobre la balaustrada.
Y en su se desbordan las más sublimes emociones.
Siente que su amor y su alucinación lo abrazan.
Por su mente saturada de sus alucinaciones,
se ve en ellas la sonrisa de una dama, su amada.
Lágrimas caen de sus ojos cerrados; caen sobre la balaustrada.
Y en su se desbordan las más sublimes emociones.
Siente que su amor y su alucinación lo abrazan.
Ya de noche y el aun en la acera, completamente afligido,
soportando el inmenso frio de la inmunda ciudad,
las miradas de transeúntes y golpes con toda maldad.
Sin conocer el porqué de su actuar, del alma está dolido.
soportando el inmenso frio de la inmunda ciudad,
las miradas de transeúntes y golpes con toda maldad.
Sin conocer el porqué de su actuar, del alma está dolido.
Llego a casa, cansado y la vio tirada en el suelo,
corrió a socorrerla, pero fue inútil, su cuerpo ya frio
en el suelo lo esperaba, murió y nació su delirio.
Desde entonces con sus vicios el pobre no halla consuelo.
corrió a socorrerla, pero fue inútil, su cuerpo ya frio
en el suelo lo esperaba, murió y nació su delirio.
Desde entonces con sus vicios el pobre no halla consuelo.
ÁNGELES CAÍDOS
Dos ángeles susurraban en el cielo, argumentos para dialogar
no tienen/ pero discuten como reclamar a su dios lo patético que los hizo/
lloran, se estremecen, se arrepienten, pero su reclamo oído no fue/ y su pena
del cielo, satán misericordioso lo quiso arrancar/ les propuso arrancar sus
alas, cortarlas con navaja de plástico/ esas frágiles alas de naturaleza
celestial se rasgaron/ insertando en sus cabezas dos cuernos de conocimiento,
en su frente la maldad/ la libertad de poder amar, de embriagarse con la
entrepierna sobre su propia felicidad/ se volvió un ángel sexual, lunático
hechicero del mar orgasmal/ mientras su semen de lava quemaba los úteros
comprados con céntimos/ dados por su dios padre para sus irás eliminar/ quemaba
también los vientos, ninguna puta lo aceptaba/ y el amor se volvió caro, no se
pudo reproducir y se tapó con el manto de virginidad/ Ese ángel violó al
viento, quien como perra parió/ Y su mierda se extendió, pedazos de estiércol
en el pulmón mundano/ a eso el gran dios nos ha confinado, a probar diario/ no
juzgan los atragantados, pero señor ¡La mierda de perro estamos tragando¡/ No
los compadezcas Moisés, otro avaro, egocéntrico como tú/ llegará ungido en mi
nombre, una lacra más/ “otro que vendrá a seguir con mi boom literario” repite
una y otra vez/ pobres idiotas mis historias leerán, dejaran de comer pan/ pues
sus gargantas de las heces de perro del aire se llenara/ seguirán soñando y
creyendo en teorías como la del big bang/ la evolución los degenerara, pero
tontos muchos serán/ Y su ángel sumido en soledad a sus brazos regresará/
generosamente él lo vuelve a arrojar al hoyo donde el padre lo mando./ Salió un
ángel con la piel bañada de semen y flujos, con mirada de violador tenebroso y
con una aureola pálidamente angelical/
aliento a mierda de perro pues en la tierra lo inhalo y las plantas
fumo/ mientras el padre sentado en su sillón dorado, sigue comprando con farsas
a más religiosos/ necio pederastas que expanden la obra de su amo, sus libro en
cada mercado/ y nosotros aquí con fervor cada día le rogamos, le imploramos y
agradecemos/ agradecemos la bolsa de mierda que nos ha dejado en el aire y
compramos su libro, pues es una ley impuesta/ una ley que nació desde que él se
dio cuenta que su bolsillo era más importante que nuestra felicidad.
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