Lamentábase en la calle; dando grito
con su sucia camisa y su pantaloncito de tela,
con las manos manchadas de alquitrán.
Dentro de sus bolsillos, solo cigarrillos solo van.
Esos recuerdos, en su mente retumban y lo flagela,
es el hombre que sufre sin cesar, el del triste mito.
con su sucia camisa y su pantaloncito de tela,
con las manos manchadas de alquitrán.
Dentro de sus bolsillos, solo cigarrillos solo van.
Esos recuerdos, en su mente retumban y lo flagela,
es el hombre que sufre sin cesar, el del triste mito.
Cargando sobre él la cirrosis y la sobredosis de su mundo,
envuelto en el éxtasis de su propia perturbación.
Inhalando el vaho que emite la vida, con desesperación.
Aferrándose a sus pensamientos cercanos al inframundo.
envuelto en el éxtasis de su propia perturbación.
Inhalando el vaho que emite la vida, con desesperación.
Aferrándose a sus pensamientos cercanos al inframundo.
Se desplomo ante la mirada funesta de transeúntes;
quienes murmuran en voz baja, dañándolo en su mísero ser.
Nadie se atreve a socorrerlo, dicen a sus hijos no lo apuntes,
y se alejan aprisa del lugar, aunque pueda fallecer.
quienes murmuran en voz baja, dañándolo en su mísero ser.
Nadie se atreve a socorrerlo, dicen a sus hijos no lo apuntes,
y se alejan aprisa del lugar, aunque pueda fallecer.
Sumido en sueños, imágenes borrosas pero felices pasan.
Por su mente saturada de sus alucinaciones,
se ve en ellas la sonrisa de una dama, su amada.
Lágrimas caen de sus ojos cerrados; caen sobre la balaustrada.
Y en su se desbordan las más sublimes emociones.
Siente que su amor y su alucinación lo abrazan.
Por su mente saturada de sus alucinaciones,
se ve en ellas la sonrisa de una dama, su amada.
Lágrimas caen de sus ojos cerrados; caen sobre la balaustrada.
Y en su se desbordan las más sublimes emociones.
Siente que su amor y su alucinación lo abrazan.
Ya de noche y el aun en la acera, completamente afligido,
soportando el inmenso frio de la inmunda ciudad,
las miradas de transeúntes y golpes con toda maldad.
Sin conocer el porqué de su actuar, del alma está dolido.
soportando el inmenso frio de la inmunda ciudad,
las miradas de transeúntes y golpes con toda maldad.
Sin conocer el porqué de su actuar, del alma está dolido.
Llego a casa, cansado y la vio tirada en el suelo,
corrió a socorrerla, pero fue inútil, su cuerpo ya frio
en el suelo lo esperaba, murió y nació su delirio.
Desde entonces con sus vicios el pobre no halla consuelo.
corrió a socorrerla, pero fue inútil, su cuerpo ya frio
en el suelo lo esperaba, murió y nació su delirio.
Desde entonces con sus vicios el pobre no halla consuelo.
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