martes, 21 de febrero de 2012

LA ABSURDA DERROTA


Cabe en el cuerpo, la maldita derrota
ya de niños, jóvenes y adultos también.
Es sentir ese vuelco interno, la gloria rota,
estancar anhelos, disparar en la sien.

No di todo, lo sé, sin embargo duele.
Un traspié, una caída, no se levantarme
y que queda ahora, sin frio que me hiele.
No hay nada, ni para intentar flagelarme.

Una sonrisa fingida, intentos absurdos por salir;
palabras de aliento, no pierdas el tiempo.
Mi derrota es eterna, ¿ya por que combatir?
Solo queda escapar, huir de la batalla y del campo.

¡Ánimos! ¡Tu puedes!, no digan tonterías,
no di lo suficiente, y nuca lo podre dar.
El mundo es para valientes, osados. No porquerías.
He perdido lo perdido, y he perdido sin lidiar.

MUJER DE PIEL CANELA

Me fascinan tus ojos y piel canela;
Tu cabellera casi ondeada, muy bella.
Solo veo atontado como el viento con ella juega,
queriendo ser yo quien se deleite, quien juega.

Sentada frente a mí, la tengo a diario.
Su sonrisa en silencio total observo;
sumido en el fruncir de sus cejas.
Lo melodioso de su voz, cual canario;
e inocencia pura, como la de un ciervo.
Me ve, sonrió y rojitas se ponen mis orejas.

Me enamora cuando no me mira,
y me mata de felicidad, cuando de reojo lo hace.
Mujer canela, como mi ser por ti delira,
pues sabe que como tú, otra no nace.

Qué decir de tu cuerpo, obra genial,
pues llevas en tus venas esa magia ancestral,
llamándome a ir por ti, pecado venial.
Llenando de deseos mi sistema nervioso central.

Ya no duermo, por pensarte hermosa dama,
lograste enloquecerme, mujer de piel canela;
solo puedo aferrarme a mi almohada y llorar en cama,
perdí ya el juicio en esta canela querella.

jueves, 2 de febrero de 2012

La Daga

Empecé
por usar
un cuchillo
de cristal.
Para matar mis penas,
y jamás dudar,
así ocurrió
logre matar,
no lo volví
nunca a ver.
A causa del
puñal triste
me sentí.
Y apunte a 
mi pecho y 
sin dudar
lo hundí,
y puse 
fin.