Era un 19 de abril; sol radiante
iluminaba el cielo, cielo despejado.
Cuando de pronto cayo la oscuridad
cambiando el jolgorio con brusquedad,
un día hermoso, fue siendo alejado
solo se respiraba el olor de lo agobiante.
iluminaba el cielo, cielo despejado.
Cuando de pronto cayo la oscuridad
cambiando el jolgorio con brusquedad,
un día hermoso, fue siendo alejado
solo se respiraba el olor de lo agobiante.
El día no llegaba, la noche eterna era.
Soledad y tristeza en el mundo se respiraba
angustiosos; a pasos lerdos la humanidad andaba.
Preguntándose Acaso el fin del mundo, este será?
Soledad y tristeza en el mundo se respiraba
angustiosos; a pasos lerdos la humanidad andaba.
Preguntándose Acaso el fin del mundo, este será?
Por meses la oscuridad reinaba al mundo,
y de este nacieron el odio y el rencor.
Trayendo indudablemente la pena y el dolor.
Cambiando la alegría por un dolor rotundo.
y de este nacieron el odio y el rencor.
Trayendo indudablemente la pena y el dolor.
Cambiando la alegría por un dolor rotundo.
Pasado un tiempo, la tierra quedo insulsa;
falto de color, muriendo entonces las flores.
Los campos quedaron marchitos; llenos de horrores.
Silencio total, nadie palabra alguna cruza.
falto de color, muriendo entonces las flores.
Los campos quedaron marchitos; llenos de horrores.
Silencio total, nadie palabra alguna cruza.
En completa agonía vivían los hombres,
ya carentes de fe; sin ganas de vivir.
Todo se perdía; el mundo iba a dejar de existir.
En total descuido, iban perdiéndose los amores.
ya carentes de fe; sin ganas de vivir.
Todo se perdía; el mundo iba a dejar de existir.
En total descuido, iban perdiéndose los amores.
Cuando el mundo ya no daba para más.
Aun recuerdo ese día, 10 de febrero era.
El cielo oscuro; sin estrellas se ilumino,
los hombres de la tierra, recobraron su camino,
se vieron a los ojos como si no lo hubieran hecho jamás.
Y en aquel silencio se oyó un canto, cual sirena.
Aun recuerdo ese día, 10 de febrero era.
El cielo oscuro; sin estrellas se ilumino,
los hombres de la tierra, recobraron su camino,
se vieron a los ojos como si no lo hubieran hecho jamás.
Y en aquel silencio se oyó un canto, cual sirena.
Los campos se volvieron a llenar de vegetación,
las flores sus colores recobraron por completo.
Los poetas escribieron de nuevo; pues renació la inspiración,
el mundo recobro la alegría, de veras no miento.
las flores sus colores recobraron por completo.
Los poetas escribieron de nuevo; pues renació la inspiración,
el mundo recobro la alegría, de veras no miento.
Volvió nacer el amor, que había muerto.
Las aves volvieron a volar, en compas por el cielo abierto.
Renació la pasión, la alegría. Llenaban las calles
padres, hijos, amantes, el mundo entero. Cual pasacalle.
Las aves volvieron a volar, en compas por el cielo abierto.
Renació la pasión, la alegría. Llenaban las calles
padres, hijos, amantes, el mundo entero. Cual pasacalle.
Entonces en menos de un día, volvió la felicidad.
Todo tomo nuevamente su rumbo de dicha eterna,
no hubo ya odio ni melancolía, ni nada que enferme.
Bañados de dicha, de amor se quedaron toda la eternidad.
Marcando ese increíble y hermoso día,
como el día final de la tristeza, de mi agonía
Todo tomo nuevamente su rumbo de dicha eterna,
no hubo ya odio ni melancolía, ni nada que enferme.
Bañados de dicha, de amor se quedaron toda la eternidad.
Marcando ese increíble y hermoso día,
como el día final de la tristeza, de mi agonía
NAVILES MHYN