Me gustan las cosas tristes
a toda hora y cada minuto,
no es que sea un gusto
cualquiera
porque en verdad soy feliz
con las cosas tristes
con las cosas de la casa
triste
y no es la nostalgia de una
casa vacía
o una casa con falta de
espacio
si no el cuadro
monótono gris
lo que la hace triste
los muebles y los jarrones
grises también
las flores,
miradas como manotazos
besos que se quiebran en
rictus
consuelos ahogados a medio
camino
de la garganta que enmudece
Eso lo hace triste
pero me gusta mucho
me hacen tanto bien
y hasta las calles de la
última semana
con sus muertos
y sangre
caminantes eternos
de la avenida sin nombre
con sus escenas de olvido
cartas por los pisos
besos a oscuras
caricias de adiós
me gusta y me alegra la
calle triste
y todo lo que la recuerda
Los semáforos en rojo
que detienen los pasos
apurados por ir a casa
cargando la tristeza muda
Todo eso me repone
me sienta bien
hasta el caos de la jornada
el tráfico me sienta bien
las aves muertas
y los perros a orillas de la
carretera
cada día son más
y me dan pena porque muchos
solo cruzan
olvidándose del claxon
pasos directos a la muerte
quizá sea su decisión
me gusta el olor a muerte
que dejan tras de si
porque después de todo
es cuando me olvido de
mis propias tristezas
y realmente ese me gusta.